Hace un par de días, Ignacio se presentó por primera vez en Los 8 escalones del millón (eltrece) sin saber que, en tan solo un par de horas, su vida cambiaría para siempre. Después de consagrarse como el ganador de la primera edición de la que participó, logró triunfar dos veces más. Sin embargo, cuando estaba a punto de romper el récord al asegurarse un premio de 10 millones de pesos, se vio obligado a abandonar la competencia debido a la inesperada decisión de otra concursante.
Los 8 escalones del millón no solo es la oportunidad perfecta para que aficionados de los juegos de preguntas y respuestas puedan poner a prueba sus conocimientos, sino que también puede ser la razón por la que una persona pueda alcanzar uno de sus sueños más grandes. En el caso de Ignacio, este era acceder a comprar su casa propia.
Amante de la lectura, la cultura general y con un gran bagaje de conocimientos propios de su profesión como profesor de historia, el jugador oriundo de Temperley pudo escalar rápidamente los escalones hasta la final. Luego de su primer triunfo, se animó a ir por más y, día tras día, volvió a repetir la misma secuencia. Hasta que finalmente, se enfrentó a una impensada posibilidad: ganar 10 millones de pesos.
No obstante, cuando estaba apenas a unos escalones de romper un récord histórico en el ciclo conducido por Guido Kaczka, cometió un impensado error que lo dejó atrás junto a Brenda, otra concursante. En este punto, su destino quedó en las manos de quienes habían logrado pasar de nivel, quienes debieron ponerse de acuerdo para definir a quién le daban una segunda oportunidad.
Teniendo en cuenta que Ignacio ya contaba con 8 millones de pesos a su favor, la decisión fue casi unánime y él quedó eliminado. “Está bien, dentro de todo, porque mal que mal tiene un poquito de dinero el señor”, explicó Beatriz, otra de las participantes al momento de anunciar su voto.
A pesar de que casi rompe un récord que para muchos es solo un sueño, hubo otros aspectos de su vida que ayudaron a Ignacio a ser el protagonista de todas las ediciones en las que estuvo presente. Y es que, gracias a su historia de vida, dejó a más de uno con la boca abierta.
Pasados “16 años consagrados a la vocación sacerdotal”, decidió abandonar su vida como sacerdote al conocer a quien, hoy en día, considera que es el amor de su vida. Durante el primer programa en el que estuvo, Guido Kaczka contó que, durante la pandemia, el participante dio misa por Facebook y “ahí Gabriela le mando una solicitud”. “Hablaron y pasaron a otro nivel: viajó a conocerla y empezó otra historia”, completó.
Ahora, él volvió dedicarse a la docencia -carrera que dejó de lado a los 25 años para unirse a la Iglesia- y sueña con casarse y formar una familia con su nueva pareja. Agradecido, aseguró que el abultado premio de Los 8 escalones lo acercó a dicho objetivo.
Los 8 escalones: el exsacerdote casi rompe el récord con 10 millones, pero perdió por la decisión de una compañera
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