En el Augusta National Golf Club, en Georgia, este jueves comenzó la 87a edición del Masters de Augusta, que tiene dos líderes que firmaron 65 golpes (-7). Uno es el noruego Victor Hovland, que tuvo un gran inicio y sueña con lograr allí, en suelo estadounidense, su primer título en un major. El otro es el español Jon Rahm, que si conquistara el domingo su ansiada primera chaqueta verde sería el primer campeón en la historia que cometió un doble bogey en su primer hoyo.
Hovland, cuya vuelta tuvo cinco birdies y un águila, se hizo notar desde los primeros hoyos, con un recorrido de ida de 31, y se llevó los aplausos sobre todo en el 2, un par 5 de 575 yardas que resolvió con tres impactos. Fue clave el segundo tiro, dejando la pelota muy cerca de la bandera. De 25 años, el golfista nacido en Oslo llega en ascenso, con un tercer puesto el mes pasado en The Players Championship.
Un águila de Hovland
Eagle on No. 2 propels Viktor Hovland into a tie for the lead. #themasters pic.twitter.com/1UDqVvJPsU
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A Rahm, el flojo comienzo no lo intimidó. El número 3 del mundo, que ya conquistó tres torneos esta temporada, se rehízo rápidamente con dos birdies seguidos en los hoyos siguientes y selló su tarea con un total de siete en su tarjeta, además de un águila, en el 8. Sus 65 golpes significan la mejor vuelta que ha hecho en Augusta en su vida.
El águila de Rahm en el 8
Jon Rahm eagles hole No. 8 to move to three under par and into solo second place. #themasters pic.twitter.com/SLdYsZxD0B
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En el grupo de Hovland está Tiger Woods, alentado por miles de aficionados que seguirán de cerca al norteamericano en la que puede ser una de sus últimas apariciones en este certamen, donde logró algunas de sus mayores gestas. El comienzo fue desalentador: cometió tres bogeys en sus siete primeros hoyos, pero recuperó bastante terreno con tres birdies y en el octavo estuvo a punto de firmar un águila. La pelota se desvió justo cuando estaba próxima a entrar.
Woods, cerca de un águila
Nearly an eagle for Tiger Woods on hole No. 8. #themasters pic.twitter.com/7XfulYE6JL
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Finalizó con 74 (+2), luchando contra la cancha y contra sus dolencias en la pierna derecha, a partir de los dolores en el tobillo que le repercuten en toda la zona.
Después de su brillante conquista del Latin America Amateur Championship en enero, en Puerto Rico, Mateo Fernández de Oliveira se dio por fin el gusto de jugar por primera vez “por los puntos” en un major. Para el sanisidrense de 23 años, el campo par 72 no fue una sorpresa: ya lo había practicado en tres visitas previas a Augusta National en los últimos meses, como para no toparse con un escenario desconocido. Con los nervios propios del aficionado debutante en medio de las grandes estrellas, firmó una tarjeta de 76 (+4), después de dos birdies en los pares 5 del 2 y el 13 y seis bogeys.
Asistido por el experimentado caddie Rubén Yorio –campeón con Ángel Cabrera en el Masters 2009- Mateo tuvo el mérito de nunca desbarrancar ni perder el control, más allá de errores puntuales. Empezó con un bogey y rápidamente corrigió con un birdie. Aunque ya desde el primer hoyo tuvo problemas con los golpes de salida y se vio obligado a darse maña con los hierros para acercarse a la bandera. Su principal objetivo –como todos los amateurs– es superar el corte y animarse a disfrutar el fin de semana, pero para conseguirlo deberá extremar esfuerzos, en jornadas que se anticipan con mal pronóstico climático. Algunas gotas, de hecho, cayeron en este primer día.
“Fue una buena vuelta, me sentí muy cómodo compitiendo. El arranque del tee del 1 tiene su parte especial: ahí sentí un poco más de nervios que en el resto de la vuelta, pero después disfruté mucho competir acá; me sentí bien caminando los fairways”, contó Fernández de Oliveira, que habló de su tarjeta: “El score no refleja lo bien que me sentí, pero la verdad de la historia es que no le pegué bien a la pelota, me puse en posiciones que no eran las ideales. Me pude salvar algunas veces y en otras no y por eso terminé haciendo un par de bogeys”.
Respecto de la fascinación que le deparó el primer major de su carrera, el jugador de la Universidad de Arkansas relató: “Definitivamente se sintió la presencia de Tiger. Cuando pasamos el puente con mi caddie después de pegar el drive del 13, lo veías a Tiger entrando al green del 11 y ese momento fue algo que nunca me voy a olvidar”. Y habló sobre uno de sus compañeros de juego, Bubba Watson, campeón en 2012 y 2014: “Cuando lo seguía por TV lo veía doblar demasiado la pelota desde el tee y ahora lo observé en primera persona. Esos años en los que él ganó coincidió con el período que más vi el Masters desde la pantalla. Fue muy divertido”.
A dos golpes de los líderes, con la primera vuelta del torneo todavía en disputa, aparecen los estadounidenses Cameron Young, Brooks Koepka y Sam Burns. En tanto, otro norteamericano, Scottie Scheffler, que aspira a convertirse en el cuarto jugador que gana dos Masters consecutivos, lucía sólido en el arranque, con -3 en la mitad del recorrido.
Masters de Augusta: Victor Hovland y Jon Rahm son los punteros al final de la primera vuelta y Tiger Woods logró recuperarse de un flojo comienzo
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